viernes, 2 de noviembre de 2007

Santo Domingo, Entre sus calles colmadas de pasado

“En República Dominica es verano todo el año”, así reza un slogan que se ha hecho muy popular para atraer cada vez más a nuevos turistas hambrientos de sol y playa; y es que este hermoso país transformó el turismo como su principal fuente de ingresos. La UNESCO contribuyó con ese potencial, al declarar a Santo Domingo como “patrimonio cultural para la humanidad”, mientras que sus playas fueron decretadas como “paraísos naturales”, no es para menos, pues éstas guardan un encanto que atrae a miles de turistas. Desde que el viajero pisa tierras dominicanas es partícipe de una interesante mezcla de colores y ritmos caribeños que no se despegarán de él hasta que tome el avión de regreso.


Santo Domingo, la capital de República Dominicana posee un interesante corredor colonial y esto convierte a esta metrópolis en una ciudad encantadora que combina la coquetería del mundo moderno con el carisma del viejo mundo. Las calles adoquinadas, sus robustas fachadas de piedra y sus pequeños cafés y bares a la orilla del río, evocan la época cuando los primeros colonos se instalaron en esta parte del mundo. Un dato bien interesante es que de noche la Calle de la Atarazana y las plazas ubicadas alrededor toman vida como el sitio de encuentro de dominicanos y visitantes.


Desde esa misma calle se observan las brillantes luces del monumental Faro a Colón ubicado al otro lado del Río Ozama. Este interesante mausoleo aloja los restos mortales de Cristóbal Colón, por las noches, las luces láser del monumento proyectan una gigantesca cruz en el cielo nocturno.


Santo Domingo es el sitio ideal para los viajeros que buscan disfrutar de lo contemporáneo y de lo antiguo. Hay una serie de datos bien curiosos y es que esta es una ciudad de primicias, ya que la primera catedral del Nuevo Mundo fue construida aquí, así como el primer fuerte, monasterio, hospital, universidad, calle y palacio.


Para los que quieren hospedarse con estilo, les cuento que en la avenida George Washington, se encuentran los hoteles que poseen mayor encanto. Lo más importante es que por esta zona hay para todos los gustos porque ofrecen hospedajes de lujo así como alojamientos standard o de turista.


Para los que prefieren rutas históricas

Santo Domingo también ofrece una interesante ruta de museos que resaltan la evolución de la vida dominicana, así que entre las exhibiciones más importantes encontramos el Museo del Hombre Dominicano, Museo de Arte Moderno, Museo Nacional de Historia y Geografía, y el Museo Nacional de Historia Natural, todos ellos se encuentran en la Plaza de la Cultura, un gran parque donde convergen estas atracciones.


De día, esta ciudad también ofrece diversos espacios dedicados al turismo como el Acuario Nacional, el Jardín Botánico, el Zoológico Nacional y Los Tres Ojos, una impresionante cueva de 15 metros de profundidad con tres grandes lagunas rodeadas de estalagmitas y una nutrida vegetación.


Y para los que quieren disfrutar de la bachata, el merengue o simplemente degustar de la gastronomía local acompañada de la mamajuana (una bebida nacional muy parecida al ron), la ruta entonces es la Ciudad Colonial, específicamente en el área La Atarazana, la cual está constituida por una serie de edificios del siglo XXVI que han sido restaurados y que ahora funcionan como bares y restaurantes, entre los más conocidos se encuentran Pata de Palo y La Fonda de La Atarazana. Así que al visitar República Dominicana olvídese del estrés y entréguese a las bondades que nos ofrece este hermoso país.


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